El equipamiento militar dejado en Afganistán es solamente superado por el de Estados Unidos y China
jueves, 02 septiembre 2021
Por José Brechner
La primera obligación del estado es la de proteger a sus ciudadanos. Esta premisa ha sido violada de manera vergonzante por la administración Biden-Harris, poniendo en peligro la seguridad de los norteamericanos en Afganistán.
La gran ventaja de tener ciudadanía estadounidense, hasta que Biden llegó al poder, era que el ser americano te hacía sentir seguro en cualquier lugar del mundo. Uncle Sam te protegería de cualquier atentado contra tu libertad o tu vida.
La salida de las tropas estadounidenses de Afganistán fue realizada de la manera más incoherente posible lo que pone en cuestionamiento no solamente a Biden, sino a su gabinete y a los comandantes de las Fuerzas Armadas, pues si lo acontecido fue hecho adrede, son traidores a la patria; de lo contrario, son los imbéciles, ineptos, más grandes de la historia. Ninguna de ambas opciones es aceptable.
La evacuación racional debía realizarse de la siguiente manera: Primero sacar a todos los civiles norteamericanos y aliados de los Estados Unidos. Seguidamente, recuperar los pertrechos que trajeron, destruyendo las bases militares que instalaron. Posteriormente, habiéndose asegurado de que no quede nadie a merced de los terroristas, retirar a los soldados.
La operación se hizo al revés, causando una crisis política interna e internacional sin precedentes, que recién se manifestará globalmente en los próximos meses, con la certeza de que involucrará a muchos países en una nueva guerra.
El mesurado Tony Blair calificó el procedimiento de: “Imbecilidad”. Las críticas en los Estados Unidos son de muy alto volumen y pronto comenzará la avalancha de juicios contra Biden y sus asesores. El Congreso todavía no reinició sesiones. Los días de Biden & Cia., están contados. Lo único peor que él es su vicepresidente progresista; de manera que esto no terminó, sino que recién comienza.
El valor estimado del equipamiento militar que Estados Unidos ha dejado en manos del Taliban es de 83.000 millones de dólares, convirtiéndolo en la tercera fuerza militar del mundo, solamente superada por el presupuesto de Estados Unidos ($750.000M) y China ($237.000M). Comparativamente, el gasto del Reino Unido en 2021 es de $55.000M, Alemania $50.000M, Rusia $48.000M, Brasil $29.500M. El Taliban obtuvo el botín de guerra más jugoso que se podía arrebatar a un enemigo.
Los impunes criminales más crueles del planeta, no aún comparables con los nazis, tienen ahora: 22.174 Humvees; 8.000 camiones; 50.958 vehículos de asalto; 42.000 camionetas SUV; 155 vehículos anti-minas; 162.043 equipos de radio; 16.035 lentes de visión nocturna; 358.530 fusiles de asalto M-4 y M-16; 64.363 ametralladoras de alto calibre; 126.295 pistolas SIG Sauer M-17 y M-18; 176 cañones; 25.000 lanzagranadas; 109 helicópteros, de los cuales 33 son Black Hawk UH-40 y 33 MI-17; 4 aviones de transporte C-130; 23 Embraer 314/A29 Super Tucano; 28 Cessna 208; 10 Cessna AC-208. Una cantidad no divulgada de drones, decenas de miles de equipos de computación y munición de toda índole para aguantar muchos años de combate.
China, que ofreció a los Taliban comprarles una base militar abandonada en Afganistán por los americanos, debe tener en este momento varios de cada pertrecho dejado por el ejército. Sus ingenieros los van a desarmar y analizar minuciosamente para copiarlos y mejorarlos como hacen con toda la tecnología occidental.
En 24 meses, China habrá dado un salto cuántico militarmente y será más poderosa que nunca. El hermoso regalo envuelto con cinta y moño rojo, como la sangre que lloverá sobre el mundo, contiene también, cientos de miles de uniformes de guerra completos; botas, cascos, calzoncillos, para estrenar, del Ejército de los Estados Unidos, que ya están siendo vestidos por los Talibanes.
Estados Unidos, no solamente tendrá que mejorar todo su armamento, sino que tal vez tenga que cambiar de uniformes para diferenciarse de sus enemigos.
Durante los 20 años de ocupación, Estados Unidos gastó más de dos billones de dólares en Afganistán, equivalentes a 300 millones de dólares diarios, tratando inútilmente de civilizar a su gente. Las únicas que por lo menos se beneficiaron fueron las mujeres, que por primera vez pudieron aprender a leer y escribir e ir a los colegios y universidades. No obstante, las reveladoras encuestas realizadas por el Pew Research Center indican que 99% de la población afgana -ellas incluidas- prefiere vivir bajo las leyes de la Sharia.
No es ficción que Rashida Tlaib, Ilhan Omar, Alexandria Ocasio-Cortéz, Ayanna Presley, Cori Bush y Jamaal Bowman, “The Squad” (“El Equipo” en español) más el resto de los atrofiados mentales socialistas en El Capitolio, quieren destruir América y convertir al continente en una maravillosa sociedad “popular” semejante a Cuba, Corea del Norte, Venezuela y otros países tiránicos, para mantenerse en el poder por siempre. Van por buen camino.
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