José Brechner
¿Qué es una vacuna? En su forma más simple, una vacuna es un producto que estimula el sistema inmunológico de una persona para producir inmunidad a una enfermedad específica, protegiendo a esa persona de dicha enfermedad.
Los mega laboratorios farmaceúticos de los países más desarrollados, están en una carrera furiosa hacia el descubrimiento de la vacuna contra el COVID-19, que llegó de la bondadosa China Comunista, donde sus confiables gobernantes, que controlan todos los medios de comunicación, no dijeron nada sobre el brote infeccioso hasta que estaba asesinando a miles en Europa.
La gran incógnita, que en algún momento se revelará, es si China diseminó el virus adrede o si fue un descuido, pues es inexplicable que se haya expandido solamente en Wuhan y no haya llegado a Shanghai, Beijing u otras ciudades importantes.
Donald Trump y Mark Pompeio dicen tener información fidedigna de que el virus salió del laboratorio BSL4 (Bioseguridad Nivel 4) de Wuhan y no que fue un accidente natural ocurrido con un murciélago en un mercado.
Wuhan tiene más trenes y carreteras que cualquier otra ciudad pues es el centro geográfico, político, tecnológico, cultural, educacional y comercial de China. Con 11 millones de habitantes, es una ciudad moderna donde abundan las startups.
El BSL4, que es el standard más elevado para este tipo de instalaciones, fue edificado de acuerdo a las normas occidentales y es el único en China. Esto significa que nada ni nadie puede entrar ni salir del lugar sin cumplir con un riguroso protocolo de seguridad (ducharse, cambiarse, usar ropas especiales). Estos laboratorios están construidos para que no pueda entrar ni salir un microbio.
Si fue a propósito que los comunistas diseminaron el virus, esto derivará en cosas mayores. Ya se encuentran en el Mar del Sur de China dos portaviones nucleares norteamericanos, cada uno acompañado por decenas de destructores, fragatas y submarinos, junto a portaviones y barcos de guerra del Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda. A grosso modo, son fácilmente 40.000 efectivos en altamar, sin contar el poderío militar de Japón, Corea del Sur y Taiwán. Los únicos que faltan, son los miembros de la Unión Europea. (No asombra).
Volvamos al microbio. La vacuna contra la gripe común (Influenza) que el CDC (Centro de Control de Enfermedades) recomienda anualmente, tiene un efecto positivo, durante las épocas invernales, en un 50% de los vacunados, pero solamente sobre ciertos tipos de influenza. De ahí que hay que vacunarse anualmente pues los viruses van evolucionando, volviéndose más resistentes y produciendo nuevas cepas.
En los Estados Unidos 45% de la gente adulta se vacuna contra la gripe. En la última encuesta, el mismo porcentaje dijo que piensa vacunarse contra el COVID-19. Muchos nunca se vacunan y no se enferman; tienen un sistema inmunológico fuerte. Las vacunas antivirales, si son efectivas, sólo sirven para proteger a quienes están sanos. Los enfermos necesitan remedios.
Es inaceptable, que habiendo medicinas que han demostrado ser efectivas contra los viruses SARS-COV-2 causantes del COVID-19 y curan a más del 60% de los infectados, sin efectos colaterales, no se hable de ellas. (Son baratas, tal vez ese es el problema).
El más eficaz en la lista es el Favipiravir (genérico) conocido como Avifavir y Avigan, que fue inventado en Japón por Fujifilm y también es elaborado por Rusia. Otros remedios en experimentación son: Remdesivir, Lopinavir, Umifenovir, Ivermectin, Hidroxicloroquina, Cloroquina, que están siendo utilizados en distintos países, algunos con buenos resultados. (Ya no se escucha de la necesidad de ventiladores mecánicos).
Fujifilm está acelerando su producción de Favipiravir para 300.000 tratamientos, mensuales en Japón. En Rusia están al tope produciendo 600.000 dosis anuales. En China e India también se aprobó su uso. En Estados Unidos, Laboratorios Gilead está produciendo Remdesivir, que es parecido, pero inyectable. Favipiravir se admistra en tabletas y fue aprobado por la FDA (Food and Drug Administration) en Agosto.
En Sudamérica, una empresa farmacéutica boliviana, Laboratorios Sigma, ha obtenido el derecho exclusivo de importación y elaboración del Favipiravir para gran parte de Latinoamérica.
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