Por José Brechner
Considerar a Obama estúpido es indirectamente un insulto a todos aquellos que votaron por él, más aún la segunda vez. Pero ese fenómeno lo vemos replicado en la Argentina, Bolivia, Venezuela, Brasil, Chile, y en casi todos los lugares donde gobierna la izquierda. Lo que confirma que se requiere de gente estúpida para llevar a un estúpido al poder.
¿Quiénes son estos estúpidos que votan por individuos con sus mismas dotes? Por regla general son personas que gustan de ser dominadas por el estado o por un líder que se convierte en su guía político-espiritual-económico. Son aquellos que prefieren que otros piensen y provean, en vez de ser ellos mismos quienes lo hagan. No es la primera vez que sucede, y esta novela siempre concluye en tragedia.
Concentrándonos en la administración en Washington, es más fácil discernir lo que le espera al planeta, pues por más que Estados Unidos haya perdido su rol de liderazgo mundial en lo político, sigue siendo la superpotencia económica y militar del globo.
El galardonado Premio Nobel de la Paz de 2009 (Obama), a los pocos días después de su elección como presidente, sin haber hecho absolutamente nada en su vida para recibir semejante honor, fue premiado por los laboristas y socialistas noruegos.
Consecuente con el nombramiento, el Presidente Obama ha decidido que Estados Unidos debe dejar de ser el policía global, el defensor de la libertad y los Derechos Humanos (los de verdad, no los que sirven sólo a los intereses izquierdistas o islamistas) y no piensa enviar a ningún soldado norteamericano a pelear a ninguna parte.
Los resultados son extraordinarios: Irak está en guerra civil; Obama está considerando aliarse con su archienemigo Irán para hacer frente a la situación. Siria también en guerra civil, está bajo supervisión de los bondadosos ojos de Vladimir Putin, que se convirtió en el nuevo director de la política exterior estadounidense y va a contribuir a que Bashar al-Assad entregue sus armas de destrucción masiva a la ONU.
Ucrania está en guerra con Rusia, pero como todavía no estalló el enfrentamiento masivo, la ONU, dirigida por los acomodaticios de costumbre, no ha tomado medidas tajantes.
Rara vez, y sin duda nunca desde la Segunda Guerra Mundial, se ha visto tanto descalabro en el mundo, y faltan por mencionar decenas de conflictos similares en lugares menos importantes, mientras el sonriente Obama disfruta de su estadía en la residencia más codiciada del orbe.
Lo que nos hace preguntar: ¿Es Obama consciente de sus actos o le faltan jugadores en su equipo de fútbol mental? La respuesta es simple: ambas cosas suceden al mismo tiempo.
Obama igual que todo su team y sus electores, son estúpidamente incautos, y al mismo tiempo son deliberadamente progresistas. Lo que significa que hacen adrede aquello que les va a costar posiblemente la vida misma.
Debido a que se auto califican de “solidarios con los menos aventajados” y los menos aventajados intracranealmente son los izquierdistas, en el fondo se están ayudando a sí mismos. En realidad son clasistas y egoístas; su incompetencia los obliga a serlo.
Obama debe ser impugnado por su acción o inacción en Bengazi. Por liberar a los terroristas de Guantánamo sin aprobación congresal, a cambio de un evidente desertor. Por endeudar económicamente a los norteamericanos hasta niveles inconcebibles. Por sacar a los soldados norteamericanos de Irak y Afganistán dejando la región en absoluto caos. Por dar el visto bueno a la unión de Hamas y la AP. Por permitir que Putin intervenga de mediador en Siria. Por ocultar su certificado de nacimiento por dos años, y por todos los actos de estupidez o negligencia que le hubiesen costado el puesto a cualquier otro presidente, si fuese republicano.
josebrechner.com
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