Por JOSE BRECHNER
Desde que China optó por modernizarse y salir del putrefacto atraso al que la llevó el marxismo; se especula con comentarios usualmente ridículos acerca del futuro global ligado a ese país.
El pensar general es, que China será la próxima superpotencia. Lo mismo dicen de Brasil y de cualquier país atrasado que por circunstancias, en general ajenas a la inteligencia creativa, está con muchos millones.
China donde obran con inteligencia pero también con prepotencia, es el tercer mundo, igual que Brasil, México, India y los países musulmanes.
El 70 por ciento de los chinos, brasileros, indios y árabes, viven en la pobreza. Hasta que no solucionen ese ligero detalle, no pueden siquiera soñar en jugar en las grandes ligas que forjarán la cultura del Siglo XXI.
La influencia cultural de la China contemporánea, no va a llegar a ningún lugar, pues tiene muy poco de apetecible con excepción de su comida, siempre y cuando no te sirvan perro, rata o murciélago.
A nadie le interesa ser como los chinos, ni como los brasileros y menos aún como los musulmanes. No nos interesan sus idiomas, su forma de pensar, sus costumbres sociales, sus vestimentas, ni la mayoría de sus peculiaridades.
Mao que tenía ínfulas de grandeza, como Stalin, se enfocó en el poderío militar para crear una China poderosa, que sigue siendo lo que le da importancia política a Beijing. El mismo camino erróneo que usaron los fascistas de izquierda y derecha lo emplean hoy los musulmanes con igual propósito.
La aceptación cultural es el único medio por el que un pueblo se vuelve influyente y querido por otros de manera pacífica. Sus manifestaciones artísticas, costumbristas, científicas, son las que cautivan o producen el efecto contrario.
Lo chinos, los rusos, los indios y obviamente los brasileros, quieren ser como los norteamericanos. La figura no es al revés y no va a cambiar. Los países de Asia que se occidentalizaron, se enriquecieron y crecieron. Los chinos son los rezagados.
Aquellos que creen que aprendiendo mandarín van a tener una ventaja económica, son los más equivocados. El inglés sigue siendo el esperanto de nuestro tiempo.
Es más fácil que los chinos aprendan inglés a que cualquier mortal aprenda chino. El Japón fue la segunda potencia económica durante décadas, hasta que China le quitó ese lugar, y nadie pensante arguyó que había que aprender japonés.
Todas las conjeturas que se hacen sobre China, anunciando que será más importante que los Estados Unidos y Europa, son infundadas, y la más absurda de todas es la de que aprender su idioma es significativo. La Madre Rusia dominó una tercera parte del globo y a nadie, más que a algún admirador de Tolstoi y Gorki, se le ocurrió aprender su lengua.
Si China se convirtió en punto de atención, es porque estuvo cerrada al público extranjero durante más de medio siglo sin nada que ofrecer, más que armas y artículos baratos de mala calidad.
La China es por el momento nada más que copiadora e imitadora de los productos ideados y manufacturados inicialmente en Occidente. Con el tiempo, surgirán creativos chinos que aporten al avance científico y tecnológico, como hacen los asiáticos occidentalizados, pero eso demorará.
China es importante, sin duda más que Brasil y la India. Pero ninguno de los nuevos ricos puede compararse con los países del Primer Mundo.
*Dominio Público
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