Por JOSE BRECHNER
Si algo podría extrañarnos sería que Barack Obama y John Kerry tomasen una decisión valiente y definitiva con relación a Siria e Irán. Lo opuesto es su conducta habitual.
La nueva postura planteada por Kerry, ofrece el arreglo diplomático a cambio de que el gobierno sirio entregue sus armas químicas. O sea: “Continúen matando pero sin veneno”. Posición a la que llegó después de darse cuenta de que iniciaría un nuevo Vietnam para los Estados Unidos si bombardea Damasco.
Irónicamente lo salvó Vladimir Putin, que se convirtió en el jefe de la política exterior estadounidense.
¿Pero no dijo Assad que no tenía armas químicas? Vuelve a repetirse la historia que se vivió con Saddam Hussein, que durante 12 años dijo que no tenía armas de destrucción masiva. Oportunamente, varios analistas advertimos que esas armas estaban yendo a Siria.
Los timoratos jefes de la política exterior norteamericana siguen mostrando la cara débil de Washington, restándole supremacía a Estados Unidos.
Que la superpotencia llegase al liderazgo global en menos de 200 años, es la proeza más admirable de la historia. De la carreta a la Luna. Esa hazaña tecnológica, cultural y económica, está siendo menospreciada y destruida.
La mentalidad detrás, obedece a una filosofía que es sustentada por los autócratas e ingenuos. La idea es, que nadie debe ser “dominante” (más que los populistas). Estados Unidos debe dejar de ser el policía mundial. ¿Los rusos o chinos serían mejores?
En toda sociedad siempre surge un líder. La sociedad universal no es distinta. Si no se quiere asumir la responsabilidad del liderazgo, no faltará quien tome ese lugar.
Si me dan a elegir, es obvio que me quedo con los estadounidenses. Ya hemos vivido los delirios de Alemania, Rusia y China.
Kerry es mediocre e insípido, su vida es una telenovela donde lo único de interesante es la millonaria fortuna que heredó su esposa. Kerry nunca fue fiel a su palabra. Cambiar de un lado a otro es su naturaleza. Lo que sonó sorprendente fue su inicial bravía determinación de atacar a Assad.
El despistado Secretario de Estado, no acordó con Obama los términos para anunciar la búsqueda de “la solución diplomática”, que indudablemente favorece a sus enemigos, y planteó un ultimátum para la entrega de las armas químicas en una semana. Cosa que obviamente no se va a dar. A George Bush padre, Bill Clinton y G.W. Bush, con la intervención de la ONU, les demoró más de una década negociar lo mismo con Irak y no lograron nada.
Si Assad no es atacado, Irán se fortalecerá. Si Obama no toma medidas punitivas, los rusos y chinos seguirán apuntalando a los voraces enemigos de Occidente en todas partes. En la lista figuran Corea del Norte, los dictadorzuelos latinoamericanos y por supuesto los musulmanes fanáticos.
Sin la intervención armada norteamericana, la lucha entre sunitas y chiitas en Siria puede demorar largos años; ya van dos. La Guerra Civil Libanesa duró de 1975 a 1990.
Si en Latinoamérica brotan pugnas. Asunto probable, puesto que se les están acabando sus días de gloria a los marxistas. Sin ayuda norteamericana, las masacres y la duración de lo que sea que vendrá es impredecible.
Obama está dilatando una situación que solamente le va a traer consecuencias nefastas a Estados Unidos. Washington está montando el peor escenario político y militar que pueda pensarse o no pensarse.
Primero Assad dijo que no tiene armas químicas. Semanas después advirtió que podría haber ataques con armas químicas dentro de territorio norteamericano o sobre blancos norteamericanos en el exterior. Más tarde indicó que va a entregar sus armas químicas a Fuerzas Internacionales.
¿Qué clase de idiotas pueden confiar en este tipo? Lo único positivo de este menjunje es que John Kerry va a estar tan ocupado y confundido con su diplomacia de avestruz, que no podrá seguir presionando a los israelíes para que pierdan el tiempo negociando con los palestinos.
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