Por JOSE BRECHNER
Como en todas las exhibiciones tecnológicas, Latinoamérica estuvo ausente en el CES 2013 de Las Vegas, (Consumer Electronics Show), la Exposición de Productos Electrónicos para el Consumidor más importante del globo.
¿Qué raro, verdad? considerando que la Kirchner, Chávez, Morales y Correa, le dan al mundo instrucciones de cómo se logra el desarrollo.
La realidad latinoamericana con relación a su evolución tecno-científica es más o menos así: De Latinoamérica, los que pueden irse a estudiar al exterior, si saben inglés, tratan de llegar a los Estados Unidos. Ningún otro país ofrece tantas y tan buenas universidades.
Los que retornan, vuelven con una mente ampliada y conocimientos que les otorgan ventajas sobre sus pares. No obstante, si desean incurrir en áreas de avanzada están desamparados, pues la distancia económica y burocrática entre el primer mundo y el tercero para financiar la creatividad, es infranqueable.
Los mejores lugares del mundo para el desarrollo cibernético, son: San Francisco y su vecindario, el Área Sur de la Bahía, (Silicon Valley) en California; y Tel Aviv en Israel.
En todos lados usamos Tablets, Smartphones, iOS, Android, Windows 8, Chrome, más miles de aplicaciones, pero no podemos mejorarlas ni crear nuevas, porque no hay el estímulo de los gobiernos ni de los inversionistas para dar el gran salto.
En Latinoamérica no se dieron cuenta de que el progreso proviene de la invención. Los políticos, son incapaces de ver más allá de sus uñas.
A los neocomunistas y a los empresarios corruptos les embriaga el atraso. A mayor pobreza, más bagatelas pueden ofrecer, como si fuesen esmeraldas.
Una representante de la ONU que viajó por casi todo el mundo, me decía que no podía entender cómo en el mismo tiempo hay países que se desarrollaron tanto y otros siguen en el primitivismo. La respuesta es: ingenio; este se desarrolla cuando hay incentivos al progreso cultural y económico individual. Donde hay capitalismo hay avance, lo contrario ocurre en la mediocridad socialista.
Latinoamérica está siendo tragada por un pantano y no va a salir de él mientras carezca de liderazgo moderno; y moderno no significa necesariamente joven, sino actualizado.
La gente emprendedora no son exclusivamente los veinteañeros, pero estos gozan de una ventaja sobre sus mayores; “no tienen nada para perder”. No poseen bienes, familia, ni un estilo de vida que mantener. Viven en un dormitorio con un colchón en el suelo, se juegan el todo por el todo.
Entre los más exitosos veinteañeros que cambiaron el mundo, están los fundadores de Google, Sergey Brin (25) y Larry Page (25); Apple, Steve Jobs (21) y Steve Wozniak (26); Microsoft, Bill Gates (20) y Paul Allen (22); Facebook, Mark Zuckerberg (20). Sin embargo, su juventud no los hizo genios; los genios nacen.
Hay un infinito potencial para los seres imaginativos, pero para que puedan desarrollar sus ideas deben contar con un respaldo. El beneficio es exponencial. Más vaya uno a hablar con Kirchner, Chávez, Correa o Morales, que quieren revivir las modas precolombinas.
El acceso a internet en Sudamérica es malo y caro. Sólo 33% tiene conexión a Banda Ancha, comparado con 83% de Europa y 64% de Norteamérica. Mientras la velocidad promedio en el primer mundo es de 7 Mbps, en Bolivia es de 300 Kbps (ni un Mega); en Argentina es de 3 Mbps. En Corea del Sur de 14 Mbps.
Las empresas de telecomunicaciones, particularmente argentinas, dan el peor servicio al cliente. Las sudamericanas en general, venden desechos extranjeros a precios exorbitantes pues son monopolios u oligopolios. Las estatales son para vomitar.
Los gobiernos autocráticos les tienen pavor a la información. Consecuentemente, en la era de la informática, la tecnología es su peor enemigo.
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