JOSE BRECHNER
Los hombres civilizados y los cavernícolas pasaron una semana en Dubái debatiendo entre otros temas, acerca del futuro de internet. Queda otra semana más de reuniones por delante para que nos enteremos qué está sucediendo en esa secreta asamblea de todos los países.
Cada nación tiene un voto y no existe el derecho al veto por parte de nadie. Por tanto es de asumir que la habitual mayoría en las Naciones Unidas sacará alguna resolución que no será precisamente a favor de la libertad de expresión.
La Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos votó unánimemente a favor de que internet se mantenga libre de injerencia gubernamental; 397-0, pero la ONU no es el mundo libre, es el dominio de los salvajes y dictadores; y de los dictadores salvajes.
Los autoritarios precisan del control de todos los poderes para imponer su voluntad, e internet está fuera de su dominio pues no le pertenece a nadie.
Internet o red internacional de computadoras, es un vasto tejido de miles de servidores que se conectan entre sí, a través de todos los sistemas de telecomunicaciones existentes. Inicialmente la conexión se hacia utilizando líneas telefónicas, hoy se realiza a través de fibra óptica y satélites.
Que los gobiernos intervengan internet es igual que darles autorización para controlar nuestras conversaciones telefónicas. El esquema que se desprenderá de esta reunión dependerá del lenguaje que se aplique a la resolución final.
Si los árabes y los neocomunistas deciden que internet es parte del sistema de telecomunicaciones; y por regla general en los países totalitarios, los gobiernos son los administradores de esos medios, internet podría ser censurada. Donde las telecomunicaciones están en manos de empresas privadas, se mantendrán las cosas tal como hasta ahora; libertad absoluta.
Pero el asunto va mucho más allá. Si los árabes, los rusos, los chinos y los neocomunistas latinoamericanos, se atribuyen el derecho a reprimir lo que se dice o se ve en la nube, se están echando encima al mundo entero. ¡Aleluya! Sería el comienzo de la hecatombe de los tiranos.
Nos hemos acostumbrado a estar en contacto con quien queremos, cuando queremos donde sea que nos encontremos. Privarnos a 2.5 mil millones de personas de ese hábito sirve para hacerse enemigos por todas partes. El ciudadano común se sentirá directamente tocado en su vida cotidiana por los opresores del orbe, que son dos: los musulmanes y los comunistas.
Ambos son mayoría en el “democrático” mundo de hoy. Los árabes tienen plata y armas, los chinos y los rusos también, los latinoamericanos y africanos no tienen nada pero votan, y Estados Unidos tiene un presidente inepto. Es el momento perfecto para empezar la tiranía global con el apoyo de la ONU, que es un chiquero.
Como internet ofrece tanto para ver e informarse, la sobreabundancia de data hace que cada cual vea sólo lo que le atañe, de ahí que con tanta información haya tanta ignorancia y los déspotas no se hayan lanzado contra internet previamente. No les afectaba hasta que surgieron los levantamientos populares motivados a través de las Redes Sociales.
La reunión de la Unión Internacional de Telecomunicaciones envalentonará a los dictadores para digitalizar su opresión. Podrán quitarnos Facebook, Twitter, Google y lo que les dé la gana, pero si lo hacen, harán que los netizens se rebelen.
La innovación es el mayor enemigo de los cavernícolas que llevan el mazo en la mano. El comunismo retrógrado y el islamismo serán vencidos por la tecnología, que sólo los individuos civilizados, libres y doctos pueden crear.
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