JOSE BRECHNER
Las malinterpretadas profecías mayas no fulminaron al planeta y la vida continúa. Hay que pagar el gas, la luz, la hipoteca, y volver a la rutina laboral.
Las predicciones que hacemos los analistas políticos son más confiables que las fantasías populares, pues están basadas en hechos, comportamientos y conocimientos tangibles. Hasta usamos ese místico instrumento matemático de las estadísticas para pronosticar acontecimientos futuros y nuestro margen de yerro es bastante más estrecho que el de los mitos.
Los mayas sabían de astronomía, pero no vaticinaron la llegada del fin del mundo, porque en su cosmovisión no existía el concepto lineal del tiempo que se utiliza en Occidente, con una mentalidad apocalíptica heredada de la tradición judeocristiana.
El 21 de Diciembre, como todos los años, se celebra entre los pueblos originarios de América del Sur, principalmente en Bolivia, el Solsticio de Verano. Motivo de renovación y alegría.
En el tiempo occidental partimos de una fecha y de forma lineal vamos hacia el futuro. En el mundo indígena había ciclos después de los cuales se hacía borrón y cuenta nueva.
El calendario común es un registro caprichoso que comienza en Enero, no porque hay un cambio meteorológico, ni ocurre algún fenómeno estelar, ya que La Tierra sigue girando alrededor del Sol sin importarle desde donde se mida su tiempo. Siempre pasarán 365 días hasta que termine una vuelta.
El año comienza en Enero y finaliza en Diciembre porque se le antojó a la Iglesia Católica, que en 1512 denominó al año gregoriano: Anno Domini (A.D.) que significa, Año del Dominio de Nuestro Señor Jesucristo.
Esa decisión proviene de la opinión de exégetas cristianos que calcularon que Jesús nació el 24 de Diciembre, 2013 años atrás.
Según la tradición hebrea la celebración del nacimiento de un varón se realiza al octavo día de su alumbramiento; el día de su circuncisión; que es el pacto de sangre de los judíos con Dios. Ese día cae el Primero de Enero (24 de Diciembre + 8 días = 1 de Enero). De manera que lo que se celebra en Año Nuevo es la circuncisión de Jesús el bebé judío.
Ya que ingresaremos al 2013 A.D., y este es más importante cotidianamente que el calendario maya, haremos algunos posibles augurios para el próximo año.
Una predicción casi infalible es que Hugo Chávez se morirá. Sino, pasará larguísimos y dolorosos momentos en su lecho hospitalario sin ánimo de parlotear. El Teniente Coronel había sido humano después de todo y está sufriendo como tal.
Su legado es horroroso. Además de pobreza, resentimiento, corrupción, autoritarismo y delincuencia, trajo a esta parte del mundo a los más crueles asesinos del orbe; los fanáticos islamistas de Hezbollah, que hicieron su base en Caracas. También autorizó el ingreso sin visado a los tira bombas palestinos del Hamas.
Venezuela está plagada de terroristas cubanos, árabes e iraníes, más naturales entrenados por estos, que seguramente no se quedarán serenos sin su protector. Son capaces de iniciar una feroz resistencia al gobierno de Henrique Capriles, pues no hay duda de que será electo presidente apenas Chávez pase a ocupar su mausoleo.
Si el ejército no respalda a Capriles y usurpa el poder imponiendo un gobierno de facto, la sangre correrá, pues los venezolanos están saturados de los neocomunistas, de manera que frente a la desventaja bélica entre civiles y militares, Estados Unidos tendrá que intervenir.
Si por otra parte, los militares se comportan honorablemente y recuperan su país para sus compatriotas; los iraníes, palestinos y cubanos tendrán que salir de Venezuela. Si no vuelven a sus lugares de origen, se volcarán hacia Nicaragua, Ecuador, Argentina y Bolivia donde gozan de la amistad de sus gobiernos.
Mientras tanto, en el Medio Oriente la guerra contra Irán será ineludible. Teherán quedará pulverizado, de manera que muchos de sus muyahidines preferirán quedarse en Latinoamérica. Pero sin dirección, dinero ni armas, serán vulnerables a los cristianos.
La guerra contra Irán será el inicio de la Nueva Era que pondrá fin a los deseos expansionistas del Islam y los neocomunistas. Estos son los pronósticos que concuerdan con algo parecido al fin del mundo.
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