JOSE BRECHNER
Validando al más belicoso régimen del mundo se dio cita el Movimiento de No Alineados en Teherán.
El grupo de 120 países está formado por dictaduras, falsas democracias y otras aberraciones políticas, pero conforman dos terceras partes de las Naciones Unidas.
No es de sorprender entonces que continuamente la ONU apruebe asquerosas resoluciones que atropellan contra la libertad y dignidad de las naciones. Estos son los que votan a favor de ellas.
No Alineados significa que no son parte del Primer Mundo. Son los rezagados, los ineptos que se quedaron atrás en la evolución científica, socioeconómica y cultural. Obviamente, casi todos son de izquierdas.
La reunión es importante porque los peores de Latinoamérica son socios del Movimiento.
Los No Alineados apoyan la Revolución Bolivariana. Una forma de llegar hacia la opresión comunista a través de elecciones fraudulentas.
En el Medio Oriente sustentan “La Primavera Árabe”, que a través de elecciones, están forjando el dominio totalitario del Islam Sunita bajo el liderazgo extremista de la Hermandad Musulmana. La “democrática” transición es, de dictaduras políticas a dictaduras teocráticas.
Musulmanes y comunistas odian a Estados Unidos, repudian la democracia, los valores judeocristianos y usan la mentira como medio de convicción.
La alianza comunista–islamista tiene por primera vez fuertes vínculos en América Latina, donde Irán (chiita) les lleva la delantera a sus enemigos, los sunitas. Este es uno de los muchos motivos por los que la Hermandad Musulmana aspira a controlar el Medio Oriente.
Todos los árabes unidos bajo la sombrilla de la Hermandad, lograrían obtener un poderío geopolítico, económico y militar superior a Irán.
En 1958, Gamal Abdel Nasser, el segundo presidente de Egipto, quiso formar una coalición desde una perspectiva secular creando la RAU, la República Árabe Unida, que no terminó nada bien. La mística religiosa, puede ser un elemento de unión más fuerte.
Esa mística religiosa que es su razón de ser para todo musulmán, así como también lo es para un buen cristiano, un judío o un budista, es el punto de unión y desunión entre musulmanes, cristianos y judíos.
Por eso la religión es lo mejor y al mismo tiempo lo peor que le sucedió a la humanidad. Todo depende de los principios que la sustentan y cómo se la practica.
En el caso de los No Alineados, el tema religioso es prioritario, pues los musulmanes son muchísimo más poderosos numéricamente, económicamente y militarmente que los latinoamericanos, y son quienes hacen marcar el paso a las Naciones Unidas. En la ONU existe un “Bloque Musulmán”, no así un “Bloque Cristiano”.
Parece que Mohamed Morsi, el flamante presidente egipcio, figura destacada de la Hermandad, busca tomar el liderazgo musulmán, lo que de por sí es una afrenta a los ayatolas.
El primer impasse en la reunión de Teherán resultó del apoyo que les dio Morsi a los rebeldes sunitas en Siria, (que obedecen a la Hermandad), mientras que el Líder Supremo de Irán, el Ayatola Alí Khamenei, sustenta a Bashar Al-Assad, el presidente sirio, que es chiita alawita. (Una secta chií).
Ese par de fanáticos religiosos se dieron un simbólico abrazo de fraternidad, pero se detestan a muerte y en la práctica están en guerra. Irán le da armas a Al-Assad y la Hermandad a los rebeldes.
En el podio también estuvo el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, que criticó duramente a los regímenes sirio e iraní, lo que les puso los pelos de punta a sus anfitriones.
Ban Ki-moon juega a preservarse en su puesto y, son más los países sunitas en la ONU, que los chiitas.
Latinoamérica que está subyugada a los comunistas del S.XXI, será la aliada de chiitas o sunitas, dependiendo de cuál de los dos gane la batalla mahometana.
A los cabecillas bolivarianos les da lo mismo estar con unos o con otros, mientras reciban su dinero, armas, y, votos en la ONU.
A los habitantes de Latinoamérica no les conviene ninguno, pues ambos desean sojuzgarlos bajo la Sharia (ley coránica) y convertirlos al Islam.
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