JOSE BRECHNER
Desde su elección de Adolf Hitler como Hombre del Año, siguiendo con otros criminales famosos, Time se ha distinguido por su designación “ecuánime” e inescrupulosa del personaje más influyente del año: para bien o para mal.
Este año el elegido es el “manifestante”. El personaje no tiene nombre ni apellido, y teóricamente no obedece a una tendencia. Es cualquier piquetero, destructor, tira bombas, que simplemente sigue a otros que son los organizadores “anónimos” de la manifestación.
Los líderes de los manifestantes hoy están deliberadamente invisibles y, sus tontos útiles, que obedecen usualmente de manera inconsciente a sus deseos, se cubren cobardemente el rostro en los motines.
Los revoltosos obedecen a una planificación maquinada desde los gobiernos en los países latinoamericanos, y son dirigidos por las organizaciones terroristas islámicas en los países árabes.
En los Estados Unidos y Europa, algunos movimientos son espontáneos, consecuencia de la crisis económica a la que llegaron gracias a quienes ellos mismos eligieron para que los gobiernen.
Desgranando su alineación ideológica, los voraces reclamantes son una incoherente amalgama de anticapitalistas, antisemitas, ateos, islamistas e idiotas.
El “manifestante” sudamericano no es el “revolucionario” de las épocas republicanas. Es un vagabundo de iPhone, que sustentado por dinero del estado quiere una sociedad totalitarista. Es el incapaz sublime que odia la libertad, porque la libertad implica responsabilidad.
En la Argentina, donde el manifestante es la expresión viva del gobierno, la presidente Kirchner y su Ministro de Exteriores, Timerman, dijeron que el pintarrajeado de paredes es una forma revolucionaria de expresión política que debe ser enseñada en los colegios. Sería ejemplar que les escrachen sus multimillonarias mansiones y departamentos de lujo en Buenos Aires, Punta del Este, El Calafate, o New York, ya que son tan apreciativos de la porquería.
Es gracias a los sucios burgueses socialistas, que Buenos Aires se ha convertido en una ciudad mugrienta. Sugestivo es que la roña ideológica neocomunista se manifieste acompañada de la inmundicia físicamente palpable.
En el Medio Oriente las demostraciones son distintas. Ahí los pobres manifestantes no tienen dinero para iPhones, ni pintura; tienen armas. Una metralleta está en los mil dólares y un misil cuesta $700.000.
En un tiempo donde cualquier fama es elogiada, designar a un Hitler o un manifestante como persona del año, acrecienta el número de Hitlers y manifestantes.
Hitler en sus comienzos era envidiado por casi todos los presidentes del mundo. Así surgieron Franco, Mussolini, Stalin, Mao, Pol Pot, y sus imitadores latinoamericanos; de los que Juan Domingo Perón, sin tener hijos, es el que dejó la más prolífica herencia.
La falta de principios de los editores de Time por lo visto no es cosa nueva, la pregunta del millón es saber si Time hubiese nombrado como persona del año al manifestante, si este reflejara el sentir del Tea Party.
Esos pacíficos ciudadanos de clase media salieron a las calles mucho antes que los izquierdistas, aglutinando un millón de personas en Washington D.C.para rechazar la empobrecedora política económica del Partido Demócrata. Fueron acusados de lo peor, por más que jamás cometieron un solo desmán, a diferencia de su contraparte, los enemigos de Wall Street.
La acostumbrada distorsión política de Time va a tener su rebote. En América Latina será positivo, pues surgirá la rebelión contra los actuales gobernantes. Y, en el Medio Oriente negativo, cuando la Hermandad Musulmana, Hamas, Hezbolah y Al Qaeda, tomen control de los países en hervor y agudicen su mortífera Yihad.
Europa volverá a la violencia callejera. Los subsidios no aguantarán su diversa idiosincrasia. Adicionalmente, los islamistas aprovecharan para atizar el caos.
En Estados Unidos, la intimidación popular está garantizada por largo tiempo. No importará quién sea elegido presidente el 2012. Si es Obama no habrá solución económica y las tensiones se tornarán mayores. Si es un republicano le harán la vida insufrible por ser republicano. Paralelamente, el desastre internacional que ha creado BO, obligará a que los norteamericanos enfrenten guerras por todas partes, motivo que dará para protestar todos los días.
Finalmente, parece que Time tiene razón, el manifestante es el personaje del año, pero del 2012.
www.josebrechner.com
Últimos comentarios