JOSE BRECHNER
Comenzaron las revueltas en Argelia, Yemen y Cisjordania. Israel empieza a verse en una situación similar a 1948 rodeado de enemigos que desean echar a los judíos al mar. Pero esta vez Israel es más fuerte. Sus enemigos también…
Con la caída de Mubarak, la democrática, neutral e izquierdista Suiza, inició la fiscalización de sus millones. Parece que son más que los que tienen Hugo Chávez, Cristina Kirchner, Evo Morales y Fidel Castro combinados.
En Berna sorpresivamente se volvieron decentes, revelarán lo que guardaba Mubarak después de haberle sacado pingües ganancias a sus depósitos que se mantuvieron bajo el discreto secretismo helvético durante 30 años. Seguramente serán entregados al próximo gobernante en Cairo, que asumen que será un afiliado de la Hermandad Musulmana. Es su manera de congraciarse con los terroristas.
La misma develación de posesión de capitales inexplicables debería hacerse en Suiza con el dinero de los presidentes sudamericanos, pero estos son más de su línea progresista, de manera que mantendrán la boca cerrada, por lo menos mientras sigan en el poder. Como hicieron con Mubarak.
Los correctos suizos también deberían devolverles a los judíos el dinero y el oro que los nazis les robaron y esconden en sus bancos desde la Segunda Guerra Mundial. En los valores de hoy son trillones de dólares que le vendrían muy bien a Israel. Pero eso es apretar heridas punzantes que podrían hacerles atragantar con su queso.
Tratando de mostrarse honorables, los suizos han sacado inadvertidamente a flote, el espinoso tema de las fortunas mal habidas, que podría servir para que se ponga a los autoritarios gobernantes progres, mercenarios, traficantes de armas y dictadores, en la cárcel.
Entre los traficantes de armas más acaudalados están los integrantes de la Autoridad Palestina, que temerosos por lo que pasó en Egipto convocaron a elecciones para Septiembre. Por supuesto, estas serán ganadas por Hamas, de manera que los líderes de Fatah prefieren esfumarse con tiempo, no vaya a ser que se revisen sus bolsillos.
El billonario Saeb Erekat, el segundo después de Mahmoud Abbas y principal negociador de los palestinos, renunció a su cargo. La cadena televisiva qatarí Al-Jazeera reveló documentos de sus negociaciones sobre Jerusalem que suponen ser contrarias a los intereses árabes. Erekat en su defensa, acusó a los qataríes de ser socios de los israelíes. Hamas le aceptó la excusa y le perdonó la vida.
Erekat abrió el paraguas mucho antes de que empiece a llover, porque los adorables chicos de Hamas, que también viven de la guerra, querrán en un comienzo mostrar probidad ante el pueblo y probablemente cuestionarán a los multimillonarios jefes de la AP, montando un show pro dignidad. El asunto del dinero robado siempre genera simpatía cuando sus poseedores son enjuiciados.
Erekat podrá irse a vivir a una hermosa villa en Europa, sus gustos son de corte occidental. Se acabarán las antinaturales conversaciones sobre dos estados, que no iban a llegar a ningún resultado satisfactorio, puesto que los musulmanes se niegan a reconocer el derecho a la existencia de Israel, de manera que todo vuelve a fojas cero. Estamos en 1948.
Los árabes buscarán la guerra, Israel se defenderá, vencerá, y de algo pueden estar más que seguros los mahometanos y sus aliados progres. Israel no volverá a cometer el error de devolverles un centímetro cuadrado de lo que recupere de su territorio bíblico. Expulsará hasta el último árabe a La Meca y las reglas de conducta las impondrá Yerushalayim (el nombre legítimo de la capital de Israel por 3000 años) sin negociar nada a cambio. Obviamente, tampoco habrá más dinero gratuito para los palestinos traficantes de la muerte.
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