JOSE BRECHNER
Leonard Cohen con inigualable prosa lo predijo y lo cantó. Mucho antes que él con su arcana escritura lo hizo Nostradamus. Antes que ambos lo dijo Ezequiel y, a través de los siglos no faltó quien viera el futuro de horror y muerte que se avecina.
Los que pensaron que con Hitler se cumplieron las profecías y dicen que después del Holocausto la historia se volvió lineal, están equivocados. Todavía no llegó ese esperado momento. La sed de sangre está hirviendo en el mundo. Para ser más preciso, en el mundo islámico.
Si los líos no aminoran en Egipto, Hosni Mubarak se irá a Alemania para un chequeo médico. La edad se lo permite, el hombre tiene cáncer. Sus días están contados por salud o por revolución. La excusa es adecuada para que no retorne a El Cairo.
El próximo en seguirle los pasos puede ser el Rey Abdalá II de Jordania. Su padre, el Rey Hussein, sufrió más de 12 intentos de asesinato por parte de los fanáticos musulmanes palestinos. Su abuelo Abdalá I fue asesinado en 1951 por un palestino mientras visitaba la mezquita de Al-Aqsah en Jerusalem.
Abdalá I fue una pieza clave en la caída del Imperio Otomano, por tanto, sus descendientes no son queridos por sus correligionarios mahometanos. La familia Hachemita de Jordania nunca fue de la línea fundamentalista musulmana. Al contrario, fue aliada de los ingleses y consecuentemente, enemiga natural de los palestinos.
La madre de Abdalá II, la Princesa Muna al-Hussein, es inglesa, hija de un oficial británico. Su nombre de nacimiento es Antoinette “Toni” Avril Gardiner.
Abdalá II se educó en los Estados Unidos e Inglaterra. Se casó con Rania al Yassin, nacida en Kuwait. Sus padres son originarios de Tulkarem, ciudad árabe que estuvo bajo dominio jordano hasta que retornó a manos de Israel.
¿Por qué esta historia biográfica? Porque sin Mubarak en Egipto, sin Ben Alí en Túnez, sin Hariri en Líbano, que son los musulmanes moderados y sin Abdalá II que sería barrido por las hordas de Hamas que obedecen a la Hermandad Musulmana de Egipto, el Medio Oriente va a arder por todas partes al mismo tiempo y la hoguera traspasará fronteras y continentes.
Con Erdogan en Turquía, con Ahmadinejad en Irán, con Argelia tambaleando por los ataques de los yihadistas; con la propagación de la pseudo ola democrática pro derechos humanos, en países donde jamás se toleró la divergencia política ni nunca se respetaron los derechos de nadie. El Magreb y Oriente Medio están cayendo bajo el dominio de los asesinos religiosos.
Cuando en los próximos meses veamos que en vez de democracia lo que sucedió es que los fanáticos estarán gobernando, alguna guerra tendrá que comenzar y qué mejor que iniciarla contra Israel. La prensa progre anti sionista apoya a los musulmanes y los gobiernos neocomunistas también, particularmente los latinoamericanos. La ONU es un basurero.
Obama es el presidente más débil de la historia. ¿Qué mejor oportunidad para abalanzarse contra el imperio? BO no quiere siquiera escuchar un comentario contra el islam, que para él es una religión de paz y amor. Los únicos que empiezan a despertar de la pesadilla islámica son los europeos, que están más que hastiados de los excesos de sus millones de inmigrantes levantinos.
¿Cómo será la próxima guerra? Igual que la economía y las telecomunicaciones, será global. En Europa se tomarán medidas discriminatorias que obliguen a meter a los musulmanes en barcos y aviones para devolverlos a sus países de origen. ¿Nos recordará al nazismo? Sin duda que sí. La gran diferencia es que los judíos jamás trataron de imponer su religión, modos ni costumbres sobre nadie. Fueron siempre víctimas pacíficas de un odio y envidia irracional.
En el Medio Oriente, Israel tendrá que defenderse con todo su poder. Deberá retomar el Sinaí; sentar soberanía absoluta sobre Judea y Samaria; despachar a los palestinos a Amman; acabar con Hezbolah protegiendo a los cristianos del Líbano para que tomen el gobierno. Tendrá que destruir a Hamas en Gaza y Cisjordania. Deberá Atacar a Irán si Ahmadinejad se mete en el baile, que es más que seguro que lo hará, y probablemente habrá enfrentamientos con Turquía.
¿Puede Israel hacer todo eso solo? Si, pero mejor si tiene el apoyo de los Estados Unidos y Europa, que entrarán en la batalla por su propia supervivencia. No quepa duda de que Occidente triunfará. Los fanáticos musulmanes, como todos los fanáticos, son incapaces de ver la realidad y no perciben la dimensión del poderío militar del mundo libre.
En Norteamérica habrá violentos movimientos pro musulmanes dirigidos por el islam y la ultra izquierda que serán aplacados. En Latinoamérica sucederá lo mismo, con la diferencia de que los gobiernos neocomunistas no harán nada para contrarrestarlos.
La guerra políticamente correcta, impuesta por los medios progresistas sobre los ejércitos judeocristianos, para que actúen como si estuviesen peleando contra inocentes criaturas a quienes hay que tratar de no hacer daño innecesario, llegará a su fin, pasando a los anales de la historia de la estupidez humana. El futuro es muerte.
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