JOSE BRECHNER
El Departamento de Estado ha publicado su informe anual sobre terrorismo. En 2009 hubo 11.000 ataques en 83 países, que cobraron más de 15.700 víctimas. Los atentados decrecieron en seis por ciento con respecto al año anterior y las víctimas declinaron cinco por ciento.
El reporte indica que Israel ha logrado un éxito incomparable en su lucha contra los fanáticos musulmanes. Sólo cuatro israelíes fueron asesinados en 2009, en comparación con 27 en 2008. La Operación Plomo Fundido puso freno a los ataques desde Gaza, y la respuesta militar inmediata a cualquier acción criminal de Hamás y Hizbalá --desde que Benjamín Netanyahu es Primer Ministro-- tiene a los terroristas sin trabajo.
Líbano y Siria siguen siendo mercados activos en el tráfico de armas y los lazos de ambos países con Hizbalá son fuertes. Egipto ha sido felicitado por su “activa oposición al terrorismo”, sin embargo la península de Sinaí se ha convertido en un nido de delincuentes y terroristas, por donde se contrabandean armas a Gaza.
Al Qaeda perdió fuerza en Irak, pero mantiene vigor en sus sucursales de Pakistán, Somalia y Yemen. Al Qaeda perdió apoyo de muchos musulmanes debido a que en sus atentados matan lugareños de su misma religión, no obstante, siguen reclutando adherentes en Europa y Norte América. Uno de los principales medios que utilizan para sembrar el terrorismo, es la Internet.
Al Qaeda perdió apoyo de numerosos clérigos que ahora hablan en su contra. Tal vez porque reciben más dinero de Arabia Saudí que del multimillonario Bin Laden, o presienten que los días de éste y su organización están contados y no quieren verse comprometidos.
Al Qaeda en Pakistán es el peligro más serio para la seguridad de los Estados Unidos. Según el Departamento de Estado, Osama Bin Laden se encuentra en su territorio y el gobierno pakistaní no está obrando con la debida energía para acabar con él y los talibanes, aunque ha mejorado en su lucha en comparación con 2008.
Hillary Clinton prometió 7.500 millones de dólares de ayuda para Pakistán, que serán erogados en paquetes de 500 millones anuales, pero los pakistaníes reclaman que gastaron 40.000 millones en la guerra, que está en su sexto año de duración.
Irán sigue siendo el más activo promotor del terrorismo global. Su financiamiento y soporte logístico y material a grupos extremistas en Oriente Medio y Asia Central, tienen un impacto negativo directo en los esfuerzos internacionales para promover la paz. Irán amenaza la estabilidad económica en el golfo e impide el desarrollo de la democracia, según el reporte.
Irán provee de armas y entrenamiento a Hamas, la Yihad Islámica, el Frente Popular para la Liberación de Palestina, Hizbalá, grupos chiitas en Irak y los Talibanes en Afganistán. Además se ha negado a enjuiciar a altos miembros de Al Qaeda.
Irán sigue estrechando vínculos con los gobiernos más izquierdistas de América Latina. Su amistad con Brasil puede traer horrendas consecuencias para el continente. Los grupos paramilitares pro gubernamentales en Bolivia y Venezuela, reciben adiestramiento iraní. Ambos países sudamericanos se encuentran en la lista de colaboradores con el terrorismo internacional.
Siria es un puerto seguro para los asesinos, provee de soporte material a Hizbalá y es el segundo patrocinador más importante del terrorismo después de Irán.
Siria, públicamente condena el terrorismo, pero simultáneamente lo avala. Sus portavoces utilizan el típico juego de palabras del lenguaje progre, diciendo que las organizaciones que asesinan civiles son “movimientos de liberación nacional”. La misma dialéctica de Chávez, Castro, Lula y Cristina, que recibieron con alegría a Bashar al-Assad.
La mayor cantidad de ataques terroristas en 2009 ocurrieron en el Sur de Asia, que por segundo año consecutivo tuvo el mayor número de fatalidades. Juntos, el Sur de Asia y el Cercano Oriente, fueron los lugares donde se produjeron dos tercios de los 234 atentados de mayor envergadura, aquellos que cobraron 10 o más víctimas.
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